Rellenos nórdicos sintéticos

Comprar un relleno nórdico es complejo si no se cuenta con toda la información. El motivo es que tan solo se ve el exterior y este es muy neutro. Prácticamente todos los rellenos nórdicos son iguales en apariencia. Las únicas diferencias notables son los edredones cuyas particiones son en cuadrados o en franjas y la excepción de los nórdicos de color que se utilizan como si fueran colchas.

Como hemos dicho, por lo general el exterior de los nórdicos es similar, prácticamente idéntico y por eso cuesta entender que haya márgenes en el precio bastante importantes, con variaciones muy significativas entre unos modelos y otros. Pero lo importante está en el interior y es precisamente ahí donde encontramos importantes diferencias que justifican los precios tan distintos.

En esta ocasión nos vamos a centrar en las diferencias que existen entre los distintos rellenos sintéticos dejando los naturales como tema para otro artículo diferente.

Tipos de rellenos sintéticos

Ante la gran variedad de edredones hay que tener claro en qué tenemos que fijarnos para acertar en la compra y quedar contentos con el modelo elegido. Estos son los factores hay que tener en cuenta al elegir un relleno sintético:

-El tipo de fibras. Existen muchos tipos de fibras diferentes en el mercado, la más común es la fibra siliconada y ahora es también frecuente la microfibra, de mayor calidad. Es complicado poder diferenciar cuál es la mejor y por eso lo más recomendable es confiar siempre en las marcas de prestigio que sabemos que van a ofrecer productos de alta calidad.

-Los gramos por metro cuadrado. Es lo que se conoce como el gramaje. A mayor peso, mayor calidez. No se trata de comprar por norma el edredón que tiene un mayor gramaje, sino más bien aquel que se adapta mejor a la temperatura media de la habitación durante el invierno.

Si no se cuenta con calefacción y hace frío puede ser necesario un edredón con un gramaje de 400 gramos por metro cuadrado o incluso más. Sin embargo, si se cuenta con calefacción y la temperatura es suave, puede llegar con un edredón de 200 gramos por metro cuadrado.

En algunos casos se pueden adquirir dos edredones, uno más denso y otro más ligero y utilizarlos juntos o por separado según el tiempo que haga. Por ejemplo, utilizar el más denso en otoño, los dos juntos durante el invierno y el ligero por separado cuando llegue la primavera.

-Los tratamientos que puedan haberse realizado en dicho relleno. Hoy es posible encontrar todo tipo de tratamientos en las fibras que se han utilizado para los rellenos de los edredones. Desde los típicos tratamientos para evitar alergias hasta otros como los de aloe vera para suavizar la piel o los tratamientos con diferentes hiervas que tienen un supuesto efecto calmante y relajante para ayudar a dormir.

Algunos edredones tienen también tratamientos en el exterior para evitar las manchas. Evidentemente, esto no quiere decir que no se puedan manchar pero sí que resisten las manchas mucho mejor que los corrientes. Esto es algo que puede ser especialmente interesante si el edredón está destinado a la habitación de los niños.

-Sus cuidados. Siempre es preferible un edredón que pueda lavarse en la lavadora. Incluso si en casa no tenemos un aparato lo suficientemente grande para poder realizar el lavado siempre podemos llevarlo a una lavandería automática donde podremos limpiarlo por muy poco dinero en lugar de una lavandería convencional en la que el precio por lavado y secado aumenta considerablemente.

-El precio. El precio también es un factor importante. Hay que tener en cuenta que no siempre el edredón más caro es el mejor. Lo conveniente es tener en cuenta todos los otros factores expuestos y solo entonces valorar el precio de los modelos que ofrecen características similares y que pueden compararse entre sí.

El exterior también marca la diferencia

Aunque hemos dicho que el exterior de estos edredones es muy similar, también existen algunas diferencias entre unos y otros. La mayoría son de algodón, muy transpirable y cálido. Pero hay diferencias entre unos y otros en la suavidad o en los acabados. Estos se pueden ver fácilmente a simple vista.

Unas costuras sólidas, con separaciones para que el relleno esté siempre bien colocado y con un buen acabado para que no se rompa y resulte muy agradable al tacto son básicas. Pero también es necesario que la tela sea suficientemente gruesa para que no salga el relleno.

En el caso de los nórdicos de color el exterior es especialmente importante ya que va a quedar expuesto a la vista y va a ser una parte importante de la decoración de la habitación. Por eso hay que fijarse bien en todas las características y, sobre todo, en las instrucciones de lavado para evitar que se pueda decolorar.